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Carrito

Conoce la experiencia de Sofía Flores y Ricardo Ortíz como líderes de brigada en EM

Todo en la naturaleza tiene un orden, desde un objeto inanimado como un copo de nieve o un mineral que se revelan en sus hermosas estructuras hasta organismos vivos muy complejos como los animales donde cada órgano y sistema realizan funciones específicas.

De forma análoga los grupos humanos también necesitan de un orden para alcanzar el bien común tanto de sus integrantes como de aquellas otras personas y comunidades con las que interactúan. Parte importante para alcanzar ese orden es la función del líder, es decir la de aquel que conduce a un grupo. 

En esta ocasión queremos compartirte las experiencias de un par de líderes de comunidad de Encuentro con México (EM), Sofía Flores Uribe y Ricardo Ortiz Solís con el objetivo de  que conozcas su labor dentro del equipo y la necesidad de ayuda mutua entre todos los voluntarios y con aquella comunidad que llega a ser visitada por EM en el municipio de Cochoapa el Grande, Guerrero. 

Lo que vivieron

“Mi experiencia fue bastante padre” dijo Sofía Flores quien durante la misma brigada fue líder de comunidad y del taller de panadería. 

Previamente ya había acudido como voluntaria por lo que comentó que ahora fue como ver otra parte, porque te involucras en la planeación, en la organización y en la dirección además de que en la ejecución del “encuentro” te das cuenta que surgen situaciones que nunca te hubieras imaginado y tienes que resolver al instante.

“Siempre tienes que estar en tu mejor momento para seguir adelante y lograr que el objetivo del encuentro se cumpla”, señaló. 

Por su parte Ricardo Ortiz indicó “mi experiencia como líder de comunidad fue muy gratificante, compartir momentos tan hermosos con los niños, con las nanas, con los tatas”.

Ortiz Solís quedó impresionado de la forma en que la gente de las comunidades se les daba con tanto amor sin importar sus carencias materiales. 

La harina perdida (obstáculos)

En todos los proyectos surgen imponderables así que les preguntamos a los líderes algún imprevisto que les haya ocurrido.

Sofía Flores cuyo taller tenía que ver con la preparación de alimentos comentó que querían preparar tlacoyos pero no pudieron encontrar la harina, algo básico. Tuvieron que pedirle ayuda a las nanas que les proporcionaron la masa y quienes estaban felices de apoyar a las que las ayudaban, recordó la líder.

Subrayó que la comunicación es muy complicada porque muchas personas no hablan hablan más que mixteco e indicó que en el taller no es un problema muy difícil porque se puede sólo imitar pero el problema del idioma es general. 

A su vez Ricardo Ortiz mencionó que perdieron la comida que tenían destinada para el equipo por lo que tuvieron entre todos que juntar “sus municiones”. Por esto es que los habitantes de la comunidad se organizaron para darles de comer pero al día siguiente llegaron sus provisiones. 

Al interior del equipo

Flores indicó que todos los voluntarios del equipo “tuvieron una relación muy buena”, que esta relación fue de ayuda y que todos acudieron con el mismo objetivo. Aún cuando sucedieron algunos problemas de comunicación la relación fue bastante abierta. Por otro lado indicó que su trabajo depende del apoyo de los miembros del equipo. 

Ortiz Solís señaló que la relación entre los compañeros fue “muy buena, siempre buscábamos la integración entre nosotros y entre todos, siempre cooperábamos, siempre hubo esa iniciativa de ayudar, nunca hubo ningún problema”.

Empatía y servicio, piezas clave

Ambos líderes indicaron que el liderazgo es muy importante para dirigir un equipo, no obstante cada uno señaló otras actitudes destacadas. 

Se “tiene que saber cómo se siente la gente y poder compartir con ellos los sentimientos… sin empatía el equipo no funciona”, enfatizó Sofía Flores. 

En tanto que Ricardo Ortiz subrayó que se debe ser muy servicial porque hay que estar apoyando y donarte a la comunidad con pasión y mucho amor.

 

Información adicional Real Academia Española.