Todos tenemos una actitud ante lo desconocido pero lo que no sentimos es indiferencia ¿Qué pasa por la mente y por el corazón de un persona antes de enrolarse en una acción que la va a hacer sentir vulnerable y la va a llevar a compartir muchas carencias pero que tiene ya más de 5 años de existencia colaborando con municipios en grave necesidad?
Para saber puntualmente lo que sucede es que platicamos con Dulce Guerrero y Regina Rivero, dos voluntarias estratégicas que nos compartieron sus expectativas previas a participar en Encuentro con México (EM) y también sus opiniones después de tomar parte en EM.
En primer lugar charlamos con Dulce, una chica de Tampico, Tamaulipas, quien comentó con nosotros que conoció el proyecto de EM gracias a una doctora, amiga suya pero por no ser su profesión, no pudo acudir a la brigada de salud sin embargo buscó en nuestras redes sociales y se inscribió para las actividades de verano del año pasado.
No tenía ni idea a lo que iba… realmente pensé que era más teórico, más de evangelizar y cuando llegué me di la grata sorpresa de que no era así, era más de hacer, de convivir, de crear una vinculación con la gente y pues me encantó”, dijo.
Dulce, a lo largo de su vida había participado en varias ocasiones en diferentes misiones y la primera vez que participó en EM lo hizo por cuatro semanas en verano y las características de acción social de EM le gustaron mucho, tanto que ya participó en Navidad y Semana Santa.
Con base en su experiencia, qué es vasta mencionó que “hay mucho mucho por hacer, he ido a muchos lugares y definitivamente Cochoapa es el lugar de más necesidad al que he ido. Me encanta ver cómo la gente ya está acostumbrada a los voluntarios, como ya hay mucha cercanía. Pero sí, evidentemente todavía hay mucho por hacer en la comunidad”.
Más allá de las actividades concretas que realiza EM, Dulce destacó un par de cualidades que le llamaron poderosamente la atención.
“Un parte fundamental de Encuentro es que no se rinden, he visto como algunos proyectos no han salido del todo bien o no han funcionado… y Encuentro siempre lo vuelve a intentar y lo plantea de otra manera y ahí va otra vez de nuevo.
Entonces creo que esa parte de no rendirse con la gente es buenísima porque mucha gente ya se rindió con los pobres y el hecho de que Encuentro no lo haga y elija a los más pobres de los pobres creo que es algo muy muy padre”, indicó. Además señaló que le gusta mucho la libertad respecto a la parte religiosa.
Consideró que el hecho de que el voluntario tenga la libertad de asistir o no a los oficios acerca a mucha gente porque cuando se impone algo normalmente surge una resistencia.
Y agregó que esa libertad evangeliza tanto a la comunidad como a los voluntarios “haciendo, no diciendo y esa es la mejor forma de mostrar a un Cristo vivo”. Sin embargo también mencionó que se podría mejorar el protocolo en Semana Santa.
Por su parte Regina Rivero, quien ha participado en varias ocasiones con EM, antes de cualquiera de sus colaboraciones consideraba que Encuentro “era una asociación que veía un poco más, que no se queda con los brazos cruzados y que no es sólo una semana, que es un trabajo constante”.
La opinión de Regina respecto a labor de EM, una vez que ha participado como voluntaria estratégica es “que es una de la labores más bonitas y completas y super desinteresadas al final todos van por la gente y por sacar adelante a esas comunidades que han tenido menos oportunidades que nosotros pero no por eso tienen menos importancia”. Señaló también que se ha hecho una muy buena relación entre los voluntarios así como con las personas de la comunidad, además que es muy bonito que la gente te reconozca y enterarse de cómo le ha ido a cada quien.
Rivero para esta última oportunidad deseaba que se tuviera más impacto entre las comunidades y en su opinión sí se logró.