La pobreza deja huella en todos los seres humanos que aún son humanos, sin embargo para todo aquel que la padece o que es un testigo privilegiado le marca de manera distinta y como todos somos diferentes unos centran su atención en unas cosas y otros en ámbitos diversos.
Tres voluntarios con niveles de experiencia diferentes (uno es “cliente frecuente”) comparten con nosotros la forma en que perciben la pobreza en nuestro país desde su día a día y con su vivencia en Cochoapa el Grande en Guerrero, uno de los municipios más pobres del país donde colabora Encuentro con México.
José Manuel Silva, quien ya no recuerda cuántos “encuentros” ha vivido, comentó que ve a la pobreza en México profundamente arraigada a ciertos sectores en la periferia de las ciudades.
Además consideró que la pobreza va más allá de la falta de servicios, que llega a ser interna, lo que que se traduce en que las personas no alcanzan a reconocer que pueden progresar, en ignorar que tienen sus manos la posibilidad de salir adelante.
“Esa carencia se me hace la más fuerte”, señaló Silva.
No obstante, también apuntó “esta pobreza que trasciende muchos ámbitos de la persona y de su vida no logra tocar el corazón, creo que muchas personas en estos sectores excluidos aunque sean carentes en muchos ámbitos no son carentes de corazón y muchas veces son personas increíblemente amorosas y muchas veces más humanas que los sectores más privilegiados”.
Indicó que la pobreza es un problema muy complejo que urge atender y también subrayó que no todo México es pobre pero hay niveles económicamente altísimos y bajísimos. En este comentario describe otro problema, el de la desigualdad.
José Manuel ha visitado no sólo Cochoapa sino que parte de su experiencia fue el apoyo a comunidades afectadas por el sismo del 7 de septiembre de 2017 en Oaxaca por lo que le solicitamos hiciera un comparativo entre lo que percibió en Oaxaca y en Cochoapa, Guerrero.
Silva encontró muchas diferencia por lo que piensa que “mientras que Cochoapa vive inmerso en una vulnerabilidad súper profunda”, Oaxaca aumentó bastante su vulnerabilidad.
Indicó que el evento de la naturaleza potencializa la situación difícil de las comunidades en Oaxaca aunque no radicalmente porque aquellas que visitaron, Yerbasanta y Cerro Grande en el Istmo de Tehuantepec tienen mayores herramientas que Cochoapa.
Lo anterior lo afirmó porque son comunidades camaroneras en las que había un tejido social más fuerte y conexiones a pueblos más grandes.
Y agregó que en Cochoapa si bien algunos producen para el autoconsumo, no existe una industria o una cooperativa y su acceso a otras comunidades o ciudades es muy limitado incluso de teléfono o internet.
Es justo este uno de los puntos, el aislamiento, de lo que más impresionó a nuestra voluntaria estratégica Mariana Higuera, quien no ve en la pobreza necesariamente el principal problema de Cochoapa sino en que está apartado de la sociedad.
“Es como otro paisito, otro estadito, otro país”, señaló Higuera.
Comentó que “los niños son muy lindos”, pero que su realidad es muy diferente ya en ese ámbito un pequeño de 11 años trabaja y ya no juega en tanto que adolescentes de 14 años ya están contrayendo matrimonio.
También señaló la carencia de servicios como el agua y su potabilidad así como la energía eléctrica.
La falta de agua fue de lo que más le impactó a nuestra voluntaria estratégica Tamara Escartín Rodríguez porque “es un derecho básico”.
Y junto a esta ausencia que registran la comunidades de Cochoapa también le conmovió profundamente la falta de educación. Le sorprendió que en las comunidades haya una aula que dice escuela pero no hay clases y los niños se quedan sin educación.
“Estaba consciente del nivel de pobreza que había en México, pero… nunca lo había vivido y me sorprendió mucho la verdad” señaló Escartín Rodríguez.
Indicó que damos por sentado que todos tiene agua o al menos una cama pero es mucha la gente que no cuenta con ello.
Tamara Escartín vive en el Estado de México, un lugar que a pesar de contar con múltiples ventajas económicas y de infraestructura tiene problemas de ambiente, de movilidad y de pobreza incluso extrema.
Es por eso que le pedimos que hiciera una comparación entre ambas realidades para completar la visión tras confrontar comunidades de estados con niveles de pobreza similares, Oaxaca y Guerrero.
De esta manera con respecto a lo que se vive en Cochoapa y lo que ella observa día a día, sencillamente expresó que “son dos mundos completamente diferentes”, por lo que también subrayó la carente alimentación que se padece en Cochoapa.
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